Es una frase bonita de decir, apenas para colocarla como un lema publicitario. Pero lo importante es que es una frase completamente cierta. Tan cierta como la vida.
Entender y poner en practica esta frase en nuestro diario vivir es algo un poco más complejo. Te aseguro que si fuera fácil, la vida seria más sencilla de llevar, no tendríamos tantos problemas… Seríamos, obviamente, más dichosos.
Ayer justamente leía sobre este tema, en un artículo de un psicólogo, exponía sus puntos sobre del éxito en la vida.
Realmente pienso que las dos cosas, éxito y felicidad, bajo mi humilde punto de vista, deben de ir de la mano. Llevar una vida exitosa debe estar junto a una existencia feliz, el tema es que hoy en día sé ha puesto primero el éxito que la felicidad. Muchos piensan que para lograr felicidad primero debes ser exitoso. Probablemente, hoy en día algunas personas valoran la vida más en estos términos. Valoramos más aquello que tenemos que lo que somos.
Entender que la felicidad está dentro de ti, y no en las cosas materiales que puedes poseer es sumamente importante, porque como decía el artículo, es un error esperar que estímulos externos nos proporcionen alegría y plenitud.
No obstante, lo que nos han enseñado ha sido algo equivocado ya que el tema de que debo ser feliz cuando me saco la lotería, cuando me den un mejor puesto, cuando tengo un artículo nuevo, cuando tengo un buen carro, cuando me dicen cosas agradables. Provoca que nuestra autoestima este a la merced de las circunstancias. Con ese pensamiento mi felicidad quedaría en manos de si alguien me dice algo agradable, de si el horóscopo pronostica algo bueno para ese día o semana. Mi valor como persona lo pondría en manos de situaciones externas que no puedo controlar.
Ok Mari y cuéntame, ¿Cómo controlar mi felicidad? Te digo, la respuesta es sencillamente compleja: “ENTRENAMIENTO”. Te digo sencilla porque es esa y no otra, pero compleja porque requiere disciplina y trabajo, entrenarse y camiar nuestros viejos hábitos…
Es necesario que nos re-programarnos y eso es algo que debemos hacer a diario para lograr encontrar nuestra felicidad dentro.
Hay muchas cosas para irnos des-programando. Yo empecé por cambiar algo tan sencillo como eliminar el lenguaje AUTO-OFENSIVO.
Es importante que quites de tus pensamientos y tus labios para siempre el “No puedo”, “no sirvo para…” “Soy un…”, tanto para nosotros como para los demás.
Y pronto empezaras a notar que lo externo empieza a restar importancia porque te das cuenta que son solo circunstancias y cosas que no definen quien eres.
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